La vitamina C es un ingrediente multifunción que nuestro cuerpo es incapaz de sintetizar por sí solo. Es por eso que tenemos que aportárselo por vía oral (ya sea gracias a una alimentación equilibrada o mediante suplementos vitamínicos) o por vía tópica.
Cuando la aplicamos por vía tópica, la vitamina C tiene 3 funciones principales: antioxidante, antiaging e iluminadora.
• Antioxidante:
Nos ayuda a combatir el estrés oxidativo producido por la acción de los radicales libres, que se producen al exponernos a factores como contaminación, tabaco, estrés o exposición solar. Si no protegemos nuestra piel del estrés oxidativo, cada vez se vuelve más delgada, áspera, pierde luminosidad y es cuando aparecen las arrugas.
• Antiaging:
Se ha demostrado que la vitamina C contribuye a mantener los niveles de colágeno. Con los años, cada vez sintetizamos menos colágeno, lo que se traduce en una pérdida de firmeza y arrugas. Así que nos ayudará a retrasar el envejecimiento prematuro de la piel.
• Iluminadora:
Es el efecto más inmediato tras aplicar vitamina C sobre la piel. Notarás tu piel luminosa.
Como vemos, es un ingrediente muy completo pero que, por su inestabilidad, requiere de formulaciones complejas para que podamos disfrutar de toda su efectividad.
¿Cómo sabemos si el producto con vitamina C es más o menos efectivo?
La mejor vitamina C será la que está formulada en su forma activa (L-Ascórbico), a alta concentración (10-20%) y a un pH ácido.
¿Me van a salir manchas si uso vitamina C?
La vitamina C no mancha la piel, todo lo contrario, en concentraciones del 5-15% se usa conjuntamente con otros activos como tratamiento despigmentante, unificando el tono y aportando luminosidad a la piel. Es capaz de inhibir la actividad de la tirosinasa (enzima que cataliza la producción de melanina)
¿Por qué tengo el poro sucio cuando uso vitamina C?
Los cosméticos con vitamina C no manchan la piel, pero si pueden ensuciarla. En pieles grasas con poros abiertos se pueden depositar restos del cosmético, y con la exposición al sol, oxidarse y oscurecerse. En estos casos se recomienda una buena limpieza por la mañana y noche y usar un exfoliante una vez a la semana.
Asegúrate de que el envase que la contiene es opaco, no tiene una fuente de luz que le da directamente y se cierra siempre de forma correcta tras su uso. Si optas por ampollas, evita que estén abiertas más de 24 horas.
¿Se puede usar en verano?
Sí, se puede usar sin problema pero no antes de exponerse directamente al Sol o ir a la playa, ya que es una vitamina que se oxida con facilidad y pierde su efectividad. En zonas urbanas se puede usar siempre usando a continuación un protector solar con FPS50.
En resumen, la vitamina C es un ingrediente con tres funciones clave: antioxidante, antiaging e iluminadora y puede utilizarse durante todo el año, incluso en verano. Recuerda: es un ingrediente fotosensible (se oxida con la luz) pero no es fotosensibilizante: no hará que nuestra piel sea más sensible a la exposición solar.
¿Te animas a incluirla en tu rutina?